jueves, 2 de febrero de 2012

EGIPTO: Si yo fuese el ministerio de Interior, no tocaría el fútbol


Reconstruyamos: Durante la época de Mubarak el todopoderoso ministerio de Interior egipcio funcionó siempre con total libertad e impunidad. Leyes de emergencia, detenciones a placer, cargas policiales indiscriminadas… Durante la revolución, las fuerzas de seguridad, dependientes del mencionado ministerio, mataron a varios cientos de manifestantes, mientras el ejército hacía el papel de conciliador y tomaba las calles para “recuperar” la seguridad. Resultado inmediato tras la caída de Mubarak: el ejército quedó como el bueno, y las fuerzas de seguridad como los malos.
Las fuerzas de seguridad del ministerio de Interior están formadas por aquellos que fueron a cumplir el servicio militar obligatorio y no dieron la talla para ser soldados. Los militares los ven como seres inferiores y los policías, debido a ello, guardan mucho resentimiento a los soldados, especialmente después de lo que pasó durante la revolución.
Ahora es la junta militar la que gobierna el país, pero el ministerio de Interior no está acostumbrado a recibir órdenes de nadie y desde la caída de Mubarak trata de mostrar su poder y de recuperar el prestigio perdido. Y la junta militar, moldeada por el mismo patrón (o por el mismo régimen) tampoco es que ponga muchas pegas a lo que hacen. Si quieren seguir haciendo el trabajo sucio, mejor para ellos.
Entonces se celebra un partido de fútbol entre Al Masry, de la ciudad de Port Said, y Ahli, de El Cairo.


Hinchada del Ahli en un partido amistoso contra el Atlético de Madrid el pasado noviembre
(¿Quién dijo que las bengalas estaban prohibidas?)


 De antemano se sabía que podía haber peleas entre los hinchas de los dos equipos, pero casualmente no había casi policía. Y de pronto unos locos que parecen ser hinchas de Al Masry empiezan a atacar a los ultras del Ahli (que casualmente también son los mismos que fueron a lanzar fuegos artificiales en Tahrir durante las protestas del pasado noviembre, en apoyo a los manifestantes), saltan al campo, lo invaden y persiguen a hinchas y jugadores. Las puertas del estadio, por lo general abiertas, resultan estar también casualmente cerradas, y mientras la cuenta de muertos aumenta en las peleas, los embudos y las estampidas, la policía se queda mirando. Sólo media hora después, cuando todo el mal está hecho, comienzan a disparar al aire para dispersar a la multitud. Resultado: 74 muertos.
No me parece para nada casual, y se me ocurren un par de maneras de encajar las piezas, que incluso pueden complementarse: la primera, la más conspirativa, venganza por parte del ministerio de Interior y de las fuerzas de seguridad contra los los seguidores del Ahli.  “La próxima vez pensar bien si apoyáis a los manifestantes de Tahrir”. La segunda, más probable, un intento del ministerio de usar un escenario tan público como el fútbol para demostrar que “somos necesarios, y si no intervenimos, mirad lo que sucede”. Y de paso, distraer la atención de lo que sucede en Tahrir. Si la junta militar tuvo algo que ver o no, no lo sabemos, pero si lo supo seguramente lo dejó suceder, como siempre.
Pero mucho me temo que han ido a tocar la tecla menos adecuada. En un país de locos por el fútbol como es Egipto, si lo tocas y el tiro te sale por la culata, estás bien apañado. Muchos de los seguidores que murieron en ese campo quizá nunca habían pisado Tahrir o acudido a una protesta. Ahora sus familiares se preguntan por qué la policía no intervino. Y más aún, los seguidores del Ahli y los de Zamalek (rivales históricos, los Real Madrid y Barça egipcios) han iniciado hoy marchas desde sus respectivos campos, se han unido en la mitad y han llegado juntos a Tahrir, donde se han juntado con otros miles de manifestantes que en estos momentos se encuentran frente al ministerio de Interior. En esta calle y alrededores, la policía mató a 33 manifestantes en noviembre e hirió a otros cientos a base de golpes, tiros y gas lacrimógeno. ¿Tendrá ahora la policía el valor de cargar de nuevo contra la unión de hinchas y manifestantes? 




2 comentarios:

  1. Buf! terrible! da pánico pensar que todo esto este preparado por poderes, la violencia y la muerte (política) mezclándose en un campeonato de fútbol.
    viendo las imágenes no se entiende semejante rabia en la gente sobre todo cuando en las entrevistas que se vven en los medios la gente reconoce que en el prepartido el ambiente era bueno, normal. son gans de instigar, son peleas de gallos, ver quién la tiene más grande.
    buen post!

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  2. Excelente Post!!
    En España tan solo se han visto las imágenes de la violencia y ningún análisis de que ha provocado este incidente.
    Gracias por traer algo de luz a las noticias que ocurren por allí, ya que desde aquí poco se sabe y poco se cuenta.
    Un cordial saludo!
    Enhorabuena por el blog, me estoy haciendo más adicto a tu blog que a los periódicos corrientes.

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