sábado, 31 de marzo de 2012

PALESTINA: El Día de la Tierra ha terminado, pero la frustración perdura


Un muerto y cientos de heridos palestinos a manos del ejército israelí en el Día de la Tierra, que conmemora el aniversario de los 6 muertos (también a manos del ejército israelí) en las manifestaciones de 1976 contra la expropiación de tierras palestinas en Galilea y otros puntos de Israel. Los palestinos se han esforzado por devolver su causa a los titulares, después de que el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, pusiese todo su empeño en desplazar la atención hacia la amenaza iraní.
Menos manifestantes de los esperados, soldados israelíes esparciendo agua química, gas lacrimógeno y balas de goma a discreción y, después, vuelta a la misma situación de ocupación, sin que el mundo se inmute. Nada nuevo bajo el sol.
O quizá sí. Un artículo de Uri Avenry (ver anterior entrada) que he leído esta mañana me ha hecho reflexionar. En él, Avnery habla de un comunicado que Marwan Barghouti, líder de Fatah en la cárcel, envió a los medios el día antes del Día de la Tierra.
Marwan Barghouti fue encarcelado por Israel durante la segunda intifada y acusado, en un polémico juicio, de organizar y encargar atentados terroristas a la organización que dirigía, el Tanzim, brazo armado de Fatah. De carácter moderado, aunque siempre extremamente franco en sus declaraciones, se convirtió en el líder de los prisioneros de Fatah y se ganó el respeto de los de Hamas, junto a quienes escribió diversos comunicados pidiendo la reconciliación de las facciones. A pesar de formar parte de las filas de Fatah, Hamas pidió su liberación a cambio del soldado israelí Shalit, y es visto como el único líder capaz de recabar el apoyo de los seguidores de ambas facciones. Algunos lo llaman “el Mandela palestino”.
Pero en esta ocasión, las palabras de Barghouti fueron más duras de lo habitual. Desmarcándose del partido al que pertenece y de su agenda política, Barghouti llamó en el comunicado a “una tercera intifada pacífica en el espíritu de la Primavera Árabe”, pidió el fin de toda colaboración de la Autoridad Palestina con el gobierno israelí (en referencia a las fuerzas de seguridad palestinas, que son entrenadas por Estados Unidos y mantienen contacto con el ejército israelí) y declarar “oficialmente la inexistencia de negociaciones entre las partes”. En su lugar, propuso el boicot absoluto de todos los productos, servicios e instituciones israelíes en Palestina y en el mundo y la vuelta al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para obligar a Estados Unidos a vetar el reconocimiento de un estado palestino en las fronteras de 1967. Entonces, prosigue su comunicado, Palestina debería acudir a la Asamblea General porque, aunque su decisión no sea vinculante, constatará el apoyo del mundo al estado palestino y el aislamiento de Estados Unidos e Israel.
Según Uri Avenry, “Marwan Barghouti ha perdido toda esperanza en la resolución del conflicto a través de la colaboración entre las partes; incluso en la colaboración del movimiento de paz israelí”.
Es el reflejo de una sociedad palestina cada vez más escéptica y frustrada con la situación y con su propio gobierno. Hasta ahora la apatía es el sentimiento general palestino, pero el comunicado de Barghouti podría ser un aviso de que la olla lleva demasiado tiempo sobre el fuego y puede empezar a hervir en cualquier momento.

martes, 13 de marzo de 2012

PALESTINA - ISRAEL: Entrevista a URI AVNERY


(Uri Avnery en su casa de Tel Aviv)


“Napoleón dijo: <<Si quieres ganar la guerra, mira el mapa>> Israel debería mirar el de Irán, porque el mapa de los ayatolás es el mismo que el de nuestro antiguo amigo el Sha”

“Ni siquiera los republicanos, si ganan, se atreverán nunca a atacar Irán”

“El libro que propulsó el sionismo dejó claro hace 120 años que <<en Palestina seremos la vanguardia de la cultura europea contra la barbarie asiática>>”

“Arafat abría la puerta a los activistas israelíes. Abbas no, y ambas partes están perdiendo el contacto en un círculo vicioso”

Publiqué una entrevista a Uri Avnery en Deia (http://bit.ly/yIOgT2) pero mi conversación con Uri Avnery dio para mucho más. Por eso, copio del artículo publicado esta entradilla para presentarlo y añado la información que tuvo que quedarse fuera.

Miembro del Parlamento israelí en dos ocasiones entre 1965 y 1981, siempre por partidos de izquierdas, Uri Avnery ha criticado la ocupación desde diferentes tribunas. Desencantado de la política, fundó en 1993 la organización de derechos humanos Gush Shalom. Uri Avnery (Beckum, Alemania, 1923) se trasladó con su familia a Israel cuando Hitler tomó el poder en 1933. Dejó el grupo terrorista judío Irgún seis años antes de que se fundase el estado de Israel porque no estaba de acuerdo con sus tácticas violentas, aunque en 1948 luchó con el Ejército. Su compañía, Samson's Fox, hirió al soldado que luego se convertiría en uno de los presidentes más destacados de Egipto, Gamal Abdel Nasser. En 1982 consiguió entrar en el Beirut sitiado para hablar con Yasser Arafat, hecho que le valió que su madre lo desheredara.

Si Irán consigue la bomba atómica, y teniendo en cuenta de que Israel ya la tiene, ¿habrá catástrofe atómica?

No. Recordemos a EEUU y Rusia en el momento más tenso de la guerra fría: Rusia intentó poner unos misiles en cuba, pero Estados Unidos le dio un ultimátum y finalmente los retiraron, avergonzados. Tenemos también el ejemplo de los dos países que más se odian en el mundo, India y Pakistán. Los dos tienen bombas atómicas y se mantienen tranquilos.

Pero Irán ha anunciado en múltiples ocasiones su voluntad de hacer desaparecer a Israel.

Hasta la revolución islámica y la llegada de Jomeini, Irán no tuvo ningún conflicto con nosotros. Éramos su principal aliado en el mundo, excepto quizá Estados Unidos. No tenemos fronteras comunes ni intereses comunes, es sólo ideología. Tenemos a ese demagogo loco de Ahmadineyad diciendo barbaridades sobre el tema, pero él no gobierna el país. Los que realmente gobiernan son los ayatolás, y estos son gente muy cauta. Cuando Irán se ha visto  envuelto en guerras es porque le han atacado, como la guerra contra Irak. Creo que Irán no empieza una guerra desde hace unos mil años.

Lo que dice suena más tranquilizador que lo que dicen los políticos y lo que se lee en los medios.

No puedes hacer caso de los políticos, son todos una banda de idiotas locos.

Pero usted fue uno de ellos.

Y por eso lo sé. ¿Cuántas veces has visto mencionado el estrecho de Ormuz por políticos o por los medios? Nadie habla de eso. Los militares, especialmente los israelíes, miran al mundo como una ecuación de asuntos militares. Cuántas pistolas, cuántos tanques, cuántos soldados, cuantos barcos… Pero no miran los mapas. Napoleón dijo que si quieres ganar una guerra debes mirar al mapa. Y esto es muy importante con Irán porque nuestro amigo el Sha de Persia tenía el mismo mapa que los ayatolás, igual de grande.

Obama parece estar mirando el mapa, porque está evitando el conflicto armado contra Irán.

Estados Unidos destruyó Irak. No leen libros, no saben de historia. No se dieron cuenta de que Irak ha tenido siempre la misión histórica de salvaguardar el mundo árabe de Irán, incluso antes de los tiempos del profeta. Lo que han hecho ahora es abrir Oriente Medio a Irán, un país grande, con recursos, orgulloso de sí mismo.
Los candidatos republicanos en EEUU hablan a favor de atacar Irán ¿Qué sucederá si ganan las elecciones?
Primero, no creo que ganen. Y segundo, Israel y EEUU se caerían mejor, pero en el terreno no cambiaría nada. EEUU es un país serio. No es sabio, pero es serio. Tiene instituciones con mucho poder como el Pentágono, y cuando un político nuevo entra en la Casa Blanca invita a toda esta gente a su casa. Estos le cuentan cuál es la realidad y le devuelven al suelo, lejos de todo lo que ha prometido en la campaña electoral. Ahora le dirían que atacar Irán supondría un colapso mayor que el de la crisis del 29. Todos los republicanos desde los últimos 50 años han prometido que si ganaban transferirían la embajada de EEUU en Israel a Jerusalén. Nadie se acuerda nunca de esa promesa cuando entra en la Casa Blanca.
2011 fue el año de la Primavera Árabe. Israel forma parte de la región pero se ha mantenido silencioso, ¿debería haber hecho algo?
Puedes hacer algo en la región cuando eres otro Israel, cuando tienes un acercamiento diferente a la situación. Primero tienes que tener paz con los palestinos para hacer cualquier cosa. Por supuesto, no todos los casos son iguales. He estado muchas veces en Egipto y no he vivido odio hacia los israelíes en el mercado, en las calles… son mucho más moderados que los sirios, que son mucho más nacionalistas. En cambio, llevar a los egipcios a la guerra es difícil, en los últimos tiempos sólo Israel lo ha conseguido.
¿Significa eso que Israel podía haber hecho algo con respecto a la revolución egipcia?
Ahora ya no, pero hubo un tiempo en que tuvimos la oportunidad de llevarnos bien. Cuando el ex presidente egipcio Anwar Sadat firmó con el ex primer ministro israelí Menachem Begin los acuerdos de Camp David, Sadat volvió a Egipto anunciando que había conseguido la promesa de un estado palestino, pero no era cierto. Begin era abogado y conocía muy bien las leyes y las tretas. El texto principal que escribió llevaba a pensar que Israel daría un estado a los palestinos, pero luego, en la letra pequeña, se veía claramente que no. Y Sadat no era abogado. Yo fui uno de los primeros israelíes en ir a Egipto tras los acuerdos y no tengo ni palabras para describirte lo felices que estaban los egipcios. Pero al poco tiempo descubrieron que les habíamos engañado, y es la sensación que mantienen hasta hoy. Egipto se considera el líder del mundo árabe, y tiene muy mala conciencia por hacer dejado de lado a los palestinos.
¿Cómo ha influido la radicalización de los gobiernos en el pensamiento israelí?
Haz un experimento sociológico. Móntate en 10 taxis en Tel Aviv pregúntales: “¿Habrá paz?” Nueve de ellos te contestarán: “La paz es maravillosa, les daríamos a los árabes Cisjordania, Jerusalén Este, cualquier cosa por la paz, pero desafortunadamente no tenemos contraparte para la paz. Esa es la actitud de los israelíes ahora. El movimiento sionista tiene ADN y creo que es genéticamente transmitible. El movimiento empezó con un libro, El Estado Judío de Theodor Herlz, que dejó muy clara hace 120 años la idea del sionismo: “En Palestina seremos la vanguardia de la cultura europea contra la barbarie asiática”.
Actualmente existen 4 millones de palestinos en los territorios ocupados y 1.200.000 en el interior de Israel que no van a desaparecer de un día para otro. ¿Qué planean hacer los políticos a largo plazo para resolver la situación?
En Israel no existe el “largo plazo”. Nadie se ocupa de eso, sólo se mira en los próximos 4 años, lo que dura una persona en el poder. Además, por razones históricas llevamos en nuestro carácter una gran capacidad de improvisación. En cualquier situación en la que otro país se quedaría con la boca abierta sin reaccionar, Israel está feliz, porque mueve cuatro piezas y ya está. Netanyahu está asustando a todo el mundo con que Irán nos va a atacar. ¿Crees que se ha tomado alguna medida de prevención? ¡Nada! Todo Israel está abierto a los misiles iraníes. Si mañana tiran misiles y caen aquí encima de mi casa no puedo hacer nada. Y dentro de unos 20 años habrá un 60% de árabes en la población total de Palestina e Israel, y al ritmo actual se puede calcular exactamente qué día sucederá. Y entonces ¿qué? Pues seguimos, la minoría gobernará a la mayoría, será un estado de apartheid, como hemos tenido siempre, y ya está. No hay planes hechos. O te vuelves un estado binacional con un voto por persona, algo con lo que el 99% de israelíes no estaría de acuerdo, y si no, tendremos un estado de apartheid.
El movimiento por la paz israelí sigue vigente. Como fundador de una de sus organizaciones, Gush Shalom, ¿considera que el movimiento está siendo eficaz para ayudar a la paz?
La relación entre los activistas israelíes y los palestinos se ha enfriado mucho. Hubo una época en que estaban mucho más unidos, antes yo estaba cada mes en Ramala para hablar con Arafat y no había ningún problema. Pero ahora no hay contacto. No por los israelíes, sino por los palestinos. Muchos están asustados de tratar con nosotros y ser acusados de colaboradores. Arafat nos abría la puerta, pero Mahmoud Abbas no. De vez en cuando deja que una selección de activistas por la paz le visiten, pero eso es todo. Es un síntoma de la situación. Ahora los palestinos han perdido en parte la confianza de que el movimiento de paz pueda hacer algo por ellos, y la relación se ha convertido en un círculo vicioso. Si no hay contactos abiertos, ni siquiera entre el movimiento de paz israelí y los palestinos, ¿qué oportunidades hay para la paz? Entonces el movimiento se debilita. Y entonces los palestinos, a su vez, dicen: “No sois fuertes, no podéis hacer nada por nosotros”. Y así sucesivamente.
¿Hay posibilidad de que las políticas israelíes con respecto a la ocupación cambien de dirección?
Creo que todo es posible, a esta situación se ha llegado a través de humanos, así que tenemos que poder salir de ella. Siempre que voy a Alemania pregunto: ¿Quién de vosotros en este hall soñó una semana antes de que cayese el muro que eso fuese a pasar? Nadie levanta la mano. Es lo que pasa en la historia: de repente un imperio cae como una casa vieja durante un terremoto. Si alguien hubiese dicho hace 10 años que ahora tendríamos un presidente de EEUU negro, se habrían reído de él. El año pasado tuvimos aquí algo que no se veía venir el día antes. Una mujer no podía pagar el alquiler, puso una tienda en un boulevard de Tel Aviv y de pronto había medio millón de personas en la calle.
¿Y qué pasó con ellos?
Israel siempre puede crear un asunto de seguridad. Primero fue el incidente de Eilat, en el que murieron varios israelíes, luego Gaza, y de pronto el soldado secuestrado Guilad Shalit fue liberado, y fue la mayor lavada de cerebro posible. Y el movimiento desapareció. La gente que lo llevó a cabo dijo que no quería meterse en temas de paz, guerra, ocupación, etc… Sólo en el tema social. Así que si se crea una situación militar, para eso no tienen respuesta. Así, Israel puede seguir con su propósito, el mismo que han tenido todos los gobiernos desde la fundación del país en 1948: impedir la creación de un estado palestino. 

domingo, 11 de marzo de 2012

PALESTINA: Bombas en Gaza, el premio de consolación para Israel


17 muertos palestinos en bombardeos israelíes en Gaza y 6 israelíes heridos, uno de ellos grave, por los alrededor de 100 cohetes con los que los militantes gazauis respondieron al ataque. Era muy esperable que algo así sucediese, y por varias razones. El primer ministro israelí Benyamin Netanyahu volvió de Estados Unidos con las manos vacías, tras intentar en vano convencer a un Obama que le odia de que se una a un ataque a Irán en medio de su campaña prelectoral para su relección. Netanyahu, muy acostumbrado a obtener exactamente lo que quiere y a que Estados Unidos se doblegue ante él y a “su derecho a defenderse”, tomó el avión de vuelta a Israel con una rabieta tremenda y con la necesidad de mantener el tema de la amenaza de Irán vivo para que nadie se pusiera a pensar en la creación de un estado palestino o en otros temas que no interesan.
                Y ¿cómo descargar la rabia y explotar el miedo a la amenaza terrorista? Usando la cabeza de turco de siempre: Gaza. Israel incendió la frontera mediante dos ataques selectivos a dos líderes militantes el viernes, sabiendo que la respuesta vendría en forma de ráfagas de decenas de misiles dirigidos a la población civil israelí que habita cerca de Gaza, en plena fiesta del Purim. Por el momento, la cuenta de muertos palestinos asciende a 17, entre ellos el niño de 12 años y el señor de 52 muertos hoy. La razón para atacar Gaza, la misma de siempre: “Esos militantes estaban planeando ataques terroristas”. Qué casualidad que los planeasen justamente ahora.
                Ahora que Israel necesita una muestra de poder. Ahora que necesita mantener la amenaza terrorista viva, y ahora que Hamas, gobernante en Gaza, estaba acercándose a la OLP, expresando su intención de abandonar la violencia y en pleno alejamiento de Irán. De hecho, han sido los Comités Populares de Resistencia y la Yihad Islámica los que han reclamado la responsabilidad de la mayoría de los cohetes lanzados desde el viernes hacia Israel. “¿Un Hamas pacífico? No gracias, provoquémosles a ver si les obligamos a volverse violentos otra vez, que nos vienen muy bien para poder seguir “usando nuestro derecho a defendernos de los terroristas” y para desviar la atención cada vez que lo necesitamos sin que nadie nos critique, especialmente ahora que ha quedado claro que no podemos bombardear Irán.” 

sábado, 3 de marzo de 2012

PALESTINA: Un estado palestino en las fronteras de lo que un soldado israelí esté dispuesto a hacer

Habíamos quedado en una cafetería de uno de los barrios más bohemios de Jerusalén, y él apareció por la puerta sonriente y con la mano extendida. Era el día después del 5-0 del Barça al Real Madrid y Yehuda Shaul, director de la organización israelí Breaking the Silence (soldados que revelan lo que hicieron mientras servían en los territorios palestinos ocupados), y por lo visto también fan del Barça, efectuaba su entrada a la cafetería emulando a Piqué tras la goleada. Shaul es joven, sociable, divertido. Difícil que no te caiga simpático. Aunque arrepentido de sus pecados de sus tiempos de soldado, pudo ver cómodamente el partido del Real Madrid contra el Barça en su salón porque vive en Israel; en muchos otros países del mundo habría tenido que escuchar el partido en la radio desde una celda porque habría sido acusado de crímenes de guerra.

               Yehuda Shaul, ex soldado y director de Breaking The Silence



Tras varias preguntas y respuestas sobre el nuevo libro que Breaking the Silence iba a publicar, empezamos a hablar de él y de su experiencia como soldado en Hebrón y Ramallah durante la Segunda Intifada, que es cuando le tocó servir. “El problema no es que fuésemos un ejército; el problema es que somos un ejército de ocupación”, aclaraba. “Si ocupas un territorio que no es tuyo, lo normal es que la gente mantenga permanentemente una actitud hostil hacia ti. Esta circunstancia, sumada a que tienes 18 años y lo único que te han enseñado  de los árabes es que quieren matar a todos los judíos y echarnos al mar, hace que la única forma de hacer tu trabajo y de subsistir en territorio palestino sea una muy cruel.”
Y pasaba a los ejemplos gráficos.

“Íbamos un día en nuestro jeep patrullando por Hebrón en plena Segunda Intifada y vimos en el suelo una bolsa de basura que bien podía ser una bomba. Teníamos tres opciones: la primera, disparar desde lejos a la bolsa; si era una bomba, explotaría. La segunda, llamar a los artificieros, que para eso los tenemos, y que lo averigüen ellos. La tercera, obligar a cualquier lugareño que cruce por allí a que coja la bolsa y la agite para ver si explota. ¿Qué crees que hicimos? Por supuesto la tercera opción. Horrible, ¿verdad? Ahora pensemos de manera práctica, al modo de un ejército de ocupación en territorio palestino: éramos un pequeño grupo de soldados en una ciudad de 150.000 habitantes hostiles hacia nosotros. Si se corre la voz de que los soldados están usando a civiles para comprobar si las bolsas de basura son bombas, ¿crees que pondrán más o menos bombas contra nosotros?”

“Y así sucede con todo”, continuaba.

“Estás controlando un check point junto con otros dos compañeros. Al otro lado, unos 300 palestinos esperando a cruzar. ¿Cómo consigues controlar semejante superioridad numérica? Pues a base de asustarlos, de tirar bombas de sonido a los pies del que se sale de la línea, de gritarles, de insultarles y de dar una paliza a uno de cada 20 para que los demás lo vean y se comporten.”

“Dos novatos llegan al grupo de soldados del que tú estás al mando y acabas de recibir una orden de ir a arrestar a un terrorista (no se cuestiona si lo es o no), a un barrio palestino problemático. ¿Te vas a arriesgar a realizar la operación con dos novatos asustados que pueden poner en riesgo tu vida? No. Primero los entrenas y te aseguras de que saben lo que hacen. ¿Cómo? Pues usando cualquier casa palestina al azar donde no existe peligro para entrenar a los novatos, entrando en ella, registrándola, destrozándola, llevándonos a alguien arrestado sin motivo alguno, interrogándolo y luego soltándolo al cabo de unas horas”.


          Manifestación en la población palestina de Bil´in contra el recorrido ilegal del muro. 
        Arriba: el ejército rocía a los manifestantes con agua química primero, 
        con gas lacrimógeno después. Abajo: los manifestantes y una ambulancia 
         quedan atrapados en la nube de gas


Hacía poco se había armado bastante revuelo (en Israel y en el exterior) con unas fotos que una soldado había colgado en Facebook, en las que se le veía sonriente delante de palestinos maniatados y con los ojos vendados. Le pregunté también sobre ello.

“El gobierno saca un caso de estos de vez en cuando y los protagonistas se convierten en chivos expiatorios. Quieren hacer ver que se preocupan de que el ejército sea moral, y que cuando hay “excepciones no morales” se ocupan de ellas y las castigan. Pero esos abusos y otros mucho peores los hemos hecho todos los que hemos pasado por el ejército. Se te da poder total para hacer lo que quieras y después de pasar un par de años tratando a los palestinos como si fuesen basura, te acostumbras. El resto del mundo ve como una barbaridad esas fotos con palestinos detenidos y soldados sonrientes, pero para nosotros es lo más normal, el pan nuestro de cada día.”

En este sentido, Shaul recuperó el experimento sociológico que un colega suyo quiso hacer delante de una cámara:

“Casi 10 años después de terminar el servicio militar, mi colega propuso a sus 10 compañeros del ejército juntarse para verse las caras de nuevo y saber qué tal le iba a cada uno. Se juntaron en un parking al descubierto a las afueras de Tel Aviv y montaron una barbacoa. El uno se había casado y tenía dos hijos, el otro era mecánico, el otro fue a la universidad y era arquitecto… Vidas de lo más normal; todo el mundo sonreía durante la barbacoa y estaba emocionado de ver a sus compañeros. Terminada la comida, mi colega les propuso recordar los tiempos en los que registraban casas en Hebrón, y trajo  una caja de la que sacó 10 palos de madera tallados en forma de armas. Señaló varias líneas blancas pintadas en el suelo y dijo: “Estos son los límites de la casa”. En ese momento puedes ver cómo a todos les va cambiando la cara según van cogiendo los palos de madera. Sin recibir ni una sola instrucción más, cada cuál ocupa mecánicamente su lugar, se mete en el papel y la casa ficticia es registrada con el equipo actuando en perfecta sintonía… 10 años después.”

Según Shaul, “hemos sido como CDs donde se han grabado los programas que teníamos que utilizar para actuar, y somos máquinas. Ahora llevamos vidas normales pero el hardware se nos ha quedado instalado. A mí me dices ahora mismo que me ponga el uniforme y dirija a un grupo de soldados para ir a atacar a un barrio palestino y podría hacerlo sin pestañear. Eso se queda para siempre”.            

Tanto Shaul como los otros miembros de Breaking the Silence tratan de explicar a su propia población que “un ejército de ocupación no puede ser moral nunca por su misma naturaleza. Los ocupados van a resistir siempre, porque es lo que haríamos nosotros también a la inversa, y para aplacar esa resistencia hay que emplear los métodos más crueles posibles. Si el gobierno israelí quiere mantener un ejército de ocupación, de acuerdo, pero entonces deberá asumir que no es moral y por tanto deberá escuchar y aceptar las cosas que hemos hecho a los palestinos en su nombre”. 

viernes, 2 de marzo de 2012

PALESTINA: Nieve en Tierra Santa!


Dicen los lugareños que la nieve sólo cae sobre Tierra Santa una vez cada 10 años. En los últimos tiempos el clima se ha vuelto un poco loco y lo cierto es que hace 4 nevó sobre Jerusalén, y esta vez la nieve que ha cuajado en la ciudad sagrada lo ha hecho en las partes más altas, es decir, sobre todo en los asentamientos. No hemos podido ver la Iglesia de la Natividad de Belén cubierta de nieve, pero sí ha nevado en Beit Jala, un pueblecito pegado a Belén cuya población palestina es mayoritariamente cristiana. El 70% de este poblado es área C (control israelí) y dentro de poco el muro confiscará el 45% de las tierras. Si el año que viene vuelve a nevar, puede que muchas de estas fotos que he hecho hoy no las pueda volver a hacer, por lo menos no con palestinos disfrutando de ello. Pero hoy ha sido un día divertido, especialmente para los niños palestinos que nunca habían visto la nieve. 

Una familia de Belén se divierte en la nieve

Haciendo un muñeco de nieve. Al fondo, Beit Jala

Batalla... ¡de nieve! Carretera de Cremisan, que dentro de poco será inaccesible 
para los palestinos a causa del muro. 

Una carretera de Beit Jala

Cruzando la calle frente a la base militar israelí a la entrada de Beit Jala

Perfeccionando el muñeco de nieve. Al fondo, la base militar israelí.

El valle de Majrur, en las afueras de Beit Jala. Al fondo, el muro.

Beit Jala nevada, con el muro entrando hasta el centro.


No se sabe cuándo volverá a nevar. Todo el mundo hace fotos.

El cielo a punto de romper sobre Jerusalén. 
Al fondo, Jerusalén. 
En plano medio, sobre la montaña, asentamiento de Gilo. 
En primer plano, Beit Jala nevada.

Niñas de Belén juegan con la nieve.

Son palestinos, pero no es una manifestación ni lanzan piedras. Es una batalla de nieve entre ellos.